El tiempo transcurre tan rápido como el agua de un río, sin darnos cuenta un día al despertar podemos encontrarnos a pocos días de nuestro final, esto es lo que le pasa a James mejor conocido en su juventud como Bon, por cuestiones de arrepentimiento adapto el nombre de su padre al suyo, ahora vive en un asilo donde es cuidado por Yeni y otras enfermeras, todo dentro de aquel asilo era tranquilo así como nostálgico, pero todo esto da un giro de ciento ochenta grados cuando llega Bonsua, un anciano de gran energía y euforia que ha llegado al asilo a poner todo patas para arriba, así como en desatar en James sentimientos olvidados y desencadenar una serie de pesadillas que son remordimientos de su pasado.