Me quedo quieta por un instante. No puedo creer que este aquí. Hace mucho tiempo que no lo veo, y ahora todo es diferente. Sus ojos hermosos sólo reflejan frialdad y decepción. Ya no queda amor en ellos. -Señora Henderson.- susurra con la mayor amargura que le haya escuchado jamás. Juro que si las miradas mataran... Ninguno de los dos seguiría vivo. *Tercera Parte*