Rini ve a su mamá perder la vista en la noche. Una vez más la bella reina contempla en silencio la enormidad del firmamento. Es una vista tan hermosa donde se puede ver a la luna decorada por los luceros que la acompañan en una danza silenciosa. Es tan bello y por esa razón Rini no puede comprender el aura decaído que envuelve a su mamá. ¿Por qué no está contenta? ¿Por qué siempre su mirada vaga por el cielo cubierto de estrellas? ¿Qué hay allí? ¿Qué es lo que busca tan desesperadamente?