En algún momento, llega ese día en el que has sentido tanto dolor que dejas de sentir. Eso es lo que le paso a ella, y mucho antes de lo que se esperaba, para ella fue tanto una liberación como una cárcel y pensó que nunca más podría salir. Nadie debería llegar a sentir ese tipo de dolor con tan poca edad. Se sentía sola y perdida en un túnel, dicho túnel no tenía una luz al final que le indicara la salida. No recuerda un solo momento feliz en sus diecisiete años de vida, porque los pocos que había los había olvidado.
A veces se pregunta dónde quedó la niña inocente y buena que tiempo atrás había sido, su respuesta la encuentra justo cuando se mira al espejo. Esa niña desapareció y nunca más volverá. Esa niña paso de ser inocente y buena a estar siempre triste, aunque ocultaba su tristeza a los demás con una sonrisa, cuando llegaba a casa se metía en el armario a llorar y no paraba hasta que no tenía más lagrimas que derramar. La niña fue creciendo y con el tiempo perdió la inocencia, lo que no perdió fue el dolor, al contrario, cada vez aumentaba más. Finalmente un día, dejo de sentir dolor, y se sintió aliviada, lo que ella no sabía era que también perdió todo lo demás, se esfumaron todos sus sentimientos, dejó de ser buena. Estaba completamente vacía.
A partir de entonces no le importo nada ni nadie.
Hasta que le conoció.
As Dallas and Drayton navigate life in the spotlight, Spencer is navigating intense feelings for Nathan - her best friend's brother.
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Dallas and Drayton are planning their wedding, talking babies and learning how to navigate life in LA now that Drayton is a hotshot football player in the big leagues. Meanwhile, Spencer and Nathan are back at home in Colorado, coming to terms with their feelings for one another and learning how to co-parent with Grayson, the father of Spencer's daughter. Will the realities of adult life strengthen them - or will their relationships break?
[Sequel to The QB Bad Boy and Me]
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