Oscar está muy por debajo del promedio entre los chicos de su edad.
No destaca en nada, no tiene expectativas en la vida y su único pasatiempo es leer novelas policíacas o noticias sobre asesinatos. Sus compañeros de clase lo atormentan manteniéndolo dentro de un constante acoso.
Pero una noche su vida da un giro inesperado, pues es testigo de un brutal asesinato, y lo que en un principio le pareció fascinante, se transforma en una pesadilla viviente; el asesino lo ha visto y, aun cuando Oscar logra huir, sabe que el perpetrador lo tiene identificado.
Lo que comienza por parecer el inicio de un trastorno paranoico, se ve esfumado unas semanas después, pues su mente comienza a concentrarse en su nueva vecina: Elizabeth, Una chica bastante suspicaz y divertida, además de ser bastante hermosa. Oscar sólo necesita un pequeño momento a lado de ella para darse cuenta que estaría dispuesto a hacer cualquier cosa que ella le pidiera, lo que sea.