Paranormal Connections

Caminar por el prado hace sentirme libre. El aire agita mi larga melena ondulada. La fresca hierba acaricia mis desnudas piernas. Mis oídos se deleitan con la dulce melodía que cantan los pájaros. Esto perfectamente puede definirse como el paraíso.
Me acerco al lago y dejo caer mi ropa al suelo. Me voy adentrando en el agua hasta que llego al punto en el que me cubre. Dejo mi cuerpo muerto y quedo flotando en la superficie. Me quedo observando una de las nubes que adornan el cielo azulado. Dicen que cuando te quedas observando una, va cambiando de forma. Y efectivamente, la mía ha sido un avión, un osito y finalmente un hacha.

La tarde había transcurrido con mucha paz, pero ya era el momento de volver a la cruda realidad.