Eduardo, un hombre marcado por la luna llena que amenizaba la tierra durante su nacimiento, se encuentra solo y atrapado en la rutina de una existencia vacía y rutinaria, pero llena de logros. Por otro lado, Catalina es una joven demasiado madura para su edad, pero influenciada por las exigencias propias de la edad, su misma inseguridad y hasta más de un oscuro secreto. La historia se complica cuando ambos se conocen y deciden que aquello que buscaron por tantos años, mirando la Luna, se encontraba dentro del otro, llevándoles a entablar un romance fuera de todo prejuicio social.