Veía aquel rostro tan pálido, tan perfecto, mientras sus propios labios se veían adornados con una sonrisa tonta que a duras penas era capaz de disimular. Era casi inevitable. Inclusive aunque no llevara mucho tiempo de conocerle, sentía como si llevara toda una vida junto a él; era una sensación bastante curiosa, un cosquilleo raro que le llenaba el pecho, pero aún así, sentía que no había nadie mejor que él.All Rights Reserved