Las gotas de sudor resbalan por mi rostro, más que un bar esto parece el mismísimo infierno. La chica rubia con la que estoy bailando, mueve sus caderas al ritmo de la música, está buena. Una leve sonrisa aparece en mis labios al llegar a la conclusión de que no se ni su nombre y que probablemente mañana cuando despierte en la residencia y esté desnuda, tapada con mis sabanas continuaré sin saberlo. El calor y la sed me despiertan de mis pensamientos así que decido rodear la cintura de la rubia con mis brazos y llevarla hacia la barra. Me sitúo delante de esta dispuesto a pedir un gin-lemon con una pizca de coca-cola cuando unos tacones pisan la barra. Soy Savrina, soy nueva en esto pero realmente espero que disfrutes de mi novela