Fueron sólo dos ojos, pero ya se llevaron al corazón. Fueron sólo tres confesiones, pero se llevaron mi cabeza. Fueron sólo horas, pero ya perdieron mi tiempo. Fueron sólo cafés de madrugada, pero se llevaron mi destreza. Y ya ni las palabras llenan el vacío, ni las sonrisas llenan el rostro; 𝕡𝕖𝕣𝕠 𝕒𝕝 𝕞𝕖𝕟𝕠𝕤 𝕒𝕢𝕦í 𝕖𝕤𝕥𝕠𝕪. Imagen de portada original: Magritte, "La perspectiva amorosa", (1935).