Corazón partido en dos

"No entiendo el por qué ni cómo. Pero lo que más recuerdo y detesto de ese día, es que las personas siguieron con sus vidas como si no hubiesen visto nada. Como si Mat no hubiese participado y tan solo faltaba entregar el premio al ganador. A ese tercer jinete. Ese que no merecía el trofeo. El trofeo que en realidad debió ser de Mat. Pero los malditos siguieron con la ceremonia y el jinete número 3, nunca lo olvidaré, recibió con orgullo aquello que no le correspondía. Si tan solo me acordara de su cara, juro que si lo tuviese en frente, se la rompería a golpes."
Poco sabía ella que el mundo resultó ser más pequeño de lo que creía.