Un muchacho de mirada triste lo cautivó a pocos días de navidad, y por algún motivo, tal vez laboral, todos los días a las cuatro menos veinte minutos de la tarde miraba con curiosidad su escaparate y le dedicaba una sonrisa acompañada de unos hoyuelos más dulces que el merengue que tanto le gustaba preparar. Un Hyukbin muy dulce ^^