Odín no era tonto, por algo lo llamaban el Padre de Todo, por lo que podría decir que conocía a sus hijos a la perfección. Él sabia lo que ocultaba el corazón de sus hijos, aquellos sentimientos no fraternales que ambos sentían por el contrario, era más que evidente para él. Por lo que ayudado de Frigga, desarrollo un plan para darles un empujoncito y así, al fin podrían entregarle al tan anciado nieto.