-Solo vete- Dije mirándolo con dolor, unas cuantas lagrimas resbalaban por mis mejillas al decir aquellas palabras.
-Si me voy- Me observo con furia en sus irises azules - Te prometo, que nunca me volverás a ver-.
Hubo una vez en que mi madre me dijo que cuando te enamoras, quedas completamente ciega de amor, no tienes la capacidad de tomar decisiones por ti misma, ya que el dolor es tan grande que preferimos mejor evitarlo, pero no, yo no. Cerrando mis ojos, evitando su mirada debía hacer que se fuera, que se alejara de mi vida, solo nos haríamos más daño, lo amo tanto que no soportaría hacerlo sufrir una vez más.
-¡DIJE FUERA!- Grito girando para evitar su mirada.
"Se fuerte, se fuerte, se fuerte" Dice mi mente, pero mi corazón solo dice "TE AMO".
-Mírame Jane- Tirando de mi brazo para girar y mirarlo, mi cuerpo reacciono rechazando su toque en mi piel.
-Mírame a los ojos, y dime que me vaya, y juro jamás volver a acercarme a ti-.
No podía, simplemente no podía, estaba obsesionada con su olor, con su piel, con sus besos, con su toque, estaba obsesionada con él.