"No llores. Estoy aquí. ¿Necesitas ayuda?"
Esa era una frase que nunca hacía falta decirle a Valerie Porter. Ella lo era y lo tenía todo. Popularidad. Carisma. Dinero. Posición social. La mejor ropa de todo el colegio. El amor de todos los chicos y la admiración de todas las chicas.
Por eso, nadie hubiese imaginado jamás, que estaría tan desesperada por dentro.
Y por eso, nos sorprendió a todos ese día en el que una camilla con una bolsa negra encima que tenía cremallera al medio, salía por el imponente porche de mármol y madera que tenía la mansión Porter. Aunque eso no lo fue todo. Primeramente, habían revelado que Valerie había sido hallada colgada en su habitación, cuya puerta estaba cerrada con cerrojo interno; por eso, habían deducido que se había suicidado. Pero la tesis de la muerte auto infligida, se descartó cuando el cuerpo desapareció el fin de semana previo a la autopsia que se realizaría a primera hora del lunes. No había signos de lucha, el oficial de guardia había sido drogado en una bebida que se había tomado, y las cámaras de seguridad habían sido arrancadas, así como el sistema destruido.
Eso fue fundamento suficiente como para que el sheriff Loughty iniciase una investigación por asesinato, en conjunto con una búsqueda del cuerpo de Valerie.
Pero, ¿cómo se inicia una investigación, con pruebas tan escasas?
Ahí es donde entro yo.
Mi nombre es Cheryl Loughty, y soy la hija del sheriff. ¿Estás listo para conocer la historia de Valerie, y, por qué no, la mía?
Elliot Jensen and Elliot Fintry have a lot in common. They share the same name, the same house, the same school, oh and they hate each other but, as they will quickly learn, there is a fine line between love and hate.