Un cuerpo, un bonito cuerpo con el que jugar, con el que experimentar, con el que arriesgarme, con el que disfrutar plenamente y todo lo que ello conlleva. Un cuerpo al que hacer sufrir... un cuerpo al que romper. Cualquier criatura bonita con cuerpo de porcelana y fácil de manejar. Alguien cercano y perfecto que allí estaba, esperándome. Es una adaptación, gracias por leer.