―El amor es para niños― Natasha sostuvo la mirada de Steve. ―¿No te apetece jugar a ser una niña?―Rogers le acaricio la mejilla de manera dulce. Lo que provoco que la rusa se estremeciera debajo de aquel toque tan delicado haciendo que todos sus instintos por evitar "enamorase" se volviesen nulos e inútiles.All Rights Reserved