Yao, a poco tiempo de mudarse a Rusia, queda enamorado de las pinturas de un no reconocido artista, en concreto de un cuadro de girasoles. Como señal divina, un campo de esas flores tan bellas se encuentra fuera del pueblo en el hogar de una bestia. Yao lleno de curiosidad se adentra en dicho territorio ¿Será que las bestias realmente no tienen sentimientos? ¿Pueden llorar? ¿Saben reír? ¿Acaso son capaces de amar? Yao tendrá que descubrir lo extraño que puede ser la humanidad de un monstruo. Pareja: Rusia x China Axis Powers Hetalia y sus personajes no me pertenecen