-¿Estás segura de tomarte unas vacaciones?- habló Jos mi hermano mayor. -Por supuesto, hace falta convivir con los patéticos mortales, hermanito. -Espero y puedas convencer a esas brujas del pueblo a hacer una reunión urgente. - mi hermano aún no estaba del todo convencido. -Oh créeme que lo haré. -sonreí. -No quiero distracciones ____, y sobre todo cuidado con esos estúpidos Ángeles. Ese pueblo es un asco.- apareció mi padre, Lucifer. -Padre, no habrá fallas. Ningún Ángel esta a mi nivel, soy hija de Satán ¿lo olvidas? - levanté mi ceja. -Eso lo tengo muy presente, pero no eres muy fuerte, recuerda que no eres el primogénito, ese es tu hermano. Tú sólo obedeces. - rodé los ojos, odio esto de mi padre. Salí del infierno, mi misión empezaba. El pueblo tendrá una destrucción, eso estaba claro. No habría errores, los humanos deberían sufrir y las brujas/ os deberían servir a Satán. ¿Cuál es el plan? Muy pronto lo averiguarán.