Aquel ser era temido por aquellas personas, los curanderos decían que su presencia malos augurios traía. Todos oraban a Dios porque sus caminos no se vieran cruzados con aquel sujeto que la luz se llevaba y tristeza dejaba. Lo único que lograba causar en los demás era miedo, desesperanza y dolor, nadie lo quería cerca, todos menos aquella chica. Aquella muchacha de ojos brillantes podía ver más allá de lo que los demás podían ver, en la oscuridad veía esperanza, en el miedo encontraba la luz para sostenerse. Creía que lo extraño no era causa de desconfianza, que lo extraño muchas veces significaba encontrarse uno mismo en un diferente camino. Código de registro: 1805197129393 Fecha de registro: 19-may-2018 3:44 UTC
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