Usamos la palabra: «inminente», cuando una tragedia está próxima a ocurrir.
Inminente, era la muerte de Sebastián Valencia. Era un hecho que todos sabíamos perfectamente; su médico, su abogado, sus amigos, su amante, su ex...
Él, por encima de todos nosotros, el más consciente del poco tiempo que le quedaba, quién más sensatamente lo aceptaba (¡y no hablo de negación!), estaba preparado para dar ese paso, sólo le faltaba una tarea por finalizar para poner todos sus asuntos en orden. Pero nosotros, en nuestro dolor ante la pérdida de esa alma que tanta luz traía a nuestras vidas, no hacíamos más que estorbarle, intentando robar el mísero tiempo que le quedaba, para culminar el acto que definiría toda su existencia.
¿Por qué los buenos se van primero?; ¿por qué los nobles son los que más sufren?; ¿por qué, justamente, cuando encontramos la felicidad, todo a nuestro alrededor confabula para que desaparezca?; ¿venimos sólo a sentir dolor?
Nadie lo sabe con certeza.
INMINENTE: Es una historia original que tengo en remojo hace diez años, y que he intentado abordar de muchas formas, total que estás leyendo mi intento número cuatro. Contiene relaciones entre hombres, y escena violentas. Como siempre, si no es de tu agrado, nadie te obliga a leerla. En texto borrador para recibir retroalimentación.
Personajes y contenido originales. Se prohíbe cualquier copia o adaptación.
Por leerme, de antemano, gracias.
Danielle Evans. Una chica demasiado madura como para considerarse una niña pero demasiado inestable como para ser un adulto. A lo largo de su corta vida ha tenido que soportar tempestades desastrosas, muertes, gritos y dolor.
Todo ello la llevó a convertirse en lo que fue. Y en lo que siempre será. Con los errores de su pasado, muchos la repudian y la apartan. Porque todo se torció desde que aquello sucedió. Jamás se lo perdonarían. Ella se encontraba sola en su calvario personal desde aquel entonces, aislada y traicionada por todos lo que amaba.
Siempre se preguntó si eso del amor era cierto. Todos decían que amarla mejor medicina, esa sensación gatificante. A ella le parecía una estupidez, un modo más de sufrir.
O al menos lo hacía hasta que aquella notificación sonó en su móvil. Una segunda oportunidad. Habían aceptado su solicitud. Sin que lo esperase, él se coló en su corazón tomándola por sorpresa, dándole una razón para salir adelante. O algo nuevo con lo que ser destruida.
Dicen que el amor entre alguien roto y alguien sano es el mejor. Que el mejor romance es entre una persona buena y una mala, porque puede curarlo con su luz.
¿Pero quién dijo que dos almas resquebrajadas no podían unirse para curarse el uno al otro?
¿Quién dijo que en vez de salir, no podían acerse compañía en la oscuridad?
El dolor de ella, el pasado de él. Ella era todo oscuridad, pero él también. Ambos se encontraron en mitad de la tempestad. Y entonces, todo aquello explotó formado la tormenta perfecta. Ella necesitaba amarse, volver a ser quien fue.
Así que, la verdadera pregunta en esta historia es:
¿Quién quiere calma después de la tormenta cuando puedes crear un huracán debastador? ¿Cuando puedes vengar y resurgir de tus escombros para un último duelo?
Esa siempre fue la eterna pregunta. La pregunta de su último "exhala".
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