Sábado, 25 de octubre de 1941: La búsqueda sigue sin traernos ningún resultado favorable, y ya hemos recorrido prácticamente todo el norte de Sudamérica. Soy consciente de que para servir al Tercer Reich y al Führer -al que Dios ilumine y guíe en su extensa gloria- no existe ninguna tarea demasiado grande o pequeña. Sin embargo, esto es ridículo. Supersticiones y estupideces: en eso nos basamos para montar una búsqueda en estas frondosas selvas, desperdiciando tropas y una parte importante de nuestras fuerzas para supervisar las ruinas de una cultura netamente inferior a la nuestra. Este no es el lugar adecuado para el hijo de un héroe de guerra. Estoy harto...