-Eres todo lo que necesitaba. Sabía perfectamente que, con aquella frase, nuestra amistad empezaba a tambalearse. Lo sabía por cómo temblaba su voz pero, sobre todo, por la sensación que había provocado en mi. Era mi amigo... no, definitivamente, era algo más. Nuestra relación iba más allá y sabía que, desde aquel día, iba a dar un giro de 180 grados. Sabía que todo iba a cambiar, pero no me podía ni imaginar lo que estaba por llegar.All Rights Reserved