¿qué harías si la persona en quien confías, le dices hasta tus más oscuros secretos, al que quieres con todo el corazón sin importar que, te hiere por un estúpido odio? Si, eso me paso con mis mejore amigos, los dos, ella era una chica excepcional, divertida, amigable, aterradora cuando se enojaba, valiente, cabeza dura y independientemente de cuál fuera la situación, daba los mejores consejos, por eso la amaba, era como una hermana, hasta que com mi otro mejor amigo que el, era un poco controlador, mujeriego, fiestero, divertido, paranoico y siempre estaba ahí para mi cuando necesitaba ayuda en un problema que me metía, o una pelea, lo quería un montón. Los tres nos conocimos desde hace mucho tiempo atrás, en un tiempo que no recuerdo, pero que desde entonces nos volvimos inseparables. Hasta que los dos se encargaron de destruir toda nuestra amistad.
Luego de muchos problemas, me fui de mi país, mi ciudad natal para poder olvidar y tener una vida nueva. España era mi destino
Ya en esa cuidad, mi vida cambia rotundamente, con nuevas personas por conocer amigos y lo más importante, que me enamoro de una chica maravillosa, pero por mi pasado, todo se va a la borda, y pierdo todos mis recuerdos, haciendo que rompa la promesa más importante que hice a la persona que es mi vida, si a esa chica de la cual me enamoré.
Los recuerdos de mi infancia son los que más llenan mi memoria, recordándome el mejor momento de mi vida, siempre lleno de sonrisas, diversión y a pesar de que era demasiado joven para entenderlo; amor, después de un tiempo, esas cosas se fueron perdiendo y algunas personas que vivían en esos recuerdos, se fueron yendo, unas para siempre y otras no estaba segura si para siempre, pero justo ahora no me importaba si fuera así. No digo que mi vida sea trágica después de mi infancia, me encontré con otras personas maravillosas que me llenaban y me hacían feliz cada verano.
Llego el momento de ir a la universidad y decidí quedarme en ese lugar donde cada verano, era más feliz que cualquier época del año y volví a verlo, mi mejor amigo de la infancia, él era de esas personas que no sabía si volvería a verlo, allí estaba, obviamente ambos cambiamos, también lo vi primero que el a mí, en cierta parte el sentimiento de nostalgia no se fue tan lejos, por lo que estaba segura, que definitivamente él no me daba igual a como lo había pensado antes.
Aun así, todo se sintió como antes, incluso hasta algo mejor, algo bastante inexplicable y que no había pasado antes cuando éramos niños, justo cuando nos miramos a los ojos por primera vez.