El protagonista de la novela, desde una edad muy temprana, empieza a tener una multitud de complejos que, además de repercutir en su personalidad, tienen mucho peso en su vida cuotidiana. El joven Álvaro se siente inseguro consigo mismo: no se ve atractivo, se considera tímido con los demás, es asocial... Estos complejos le llevarán al sufrimiento y ocasionará que el personaje piense, incluso, en el suicidio. Sabiendo cuál es su problema, trata desesperadamente ponerle remedio de diversas formas: afirmaciones, mirando vídeos para subir su autoestima... pero estas acciones no sirven de nada, pues él sigue sintiéndose mal consigo mismo. Quiere que su vida cambie para mejor, desea encontrar novia, se aferra a la esperanza de encontrar a alguien que le haga cambiar y, así, que su vida mejore. Finalmente, alguien aparece en su vida para ayudarle: "El cambio empieza de adentro hacia afuera".