y..., sus pequeñas dulces manos, se vieron en el pecho del contrario, haciendo a éste, estremecer por completo, miles de corrientes recorrieron su cuerpo, a la vez escalofríos se apoderaban de su ser. Algo llevó a que, el chico fuera el que empezara a hablar, tomando la difícil "iniciativa", quizá no se le ocurrió más, o quizás tenía algún gen en su ADN que como título llevaba: "decir cosas extrañas, en momentos inoportunos" -¿Alissa? -¿Sí...? (...) silencios, amoríos, amistades, sexo y más es lo que, probablemente, aquí encontrarás