Alto, cabello castaño y desalineado, ojos grandes y atrayentes, piel bronceada, sonrisa de príncipe de cuento de hadas, cuerpo trabajado, pero no excesivamente. Todo en el gritaba sexo y solo con eso Taemin se olvidó de que se quejaba, de donde estaba y de que se suponía que tenía que hacer. Porque en ese instante dejo de ser Taemin la celebridad y paso a ser Taemin el predador. Y ese chico... ese chico era su presa. 2min
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