Una de las cosas que siempre me proponía, era apreciar cada momento. Su personalidad era algo que me volvía loca, no podía pensar en otra cosa más que en ella, y atesorar cada segundo. Su sonrisa era una maldición, me llevaba hasta los lugares más profundos de mi conciencia, recordándome que quería pasar todos y cada uno de mis días junto a ella. Pero como todo, siempre hay un final, y no pensé que ese sería el mío.. Tank's fabuAll Rights Reserved