Debía demostrarme a mí mismo que era digno de llevar el apellido Potter, ansiaba enfrentar mi destino y mirar a los ojos a la muerte.
Desde que éramos pequeños y Albus estaba por entrar a Hogwarts lo había molestado mucho por quedar en Slytherin, cosa que no sabía, que terminaría sucediendo. Al principio solo era un juego, era mi deber como hermano mayor... molestarlo, pero si era sincero en secreto estaba celoso de él; porque desde el principio mi hermano pequeño rompió con las expectativas de todos y fue eligiendo su propio camino. Sin saberlo. No tenía que ser el mejor en todo, simplemente tenía que ser Albus. Yo en cambio tenía toda la presión sobre mis hombros, debía ser el mejor delincuente juvenil, al mismo tiempo que debía ser el mejor capitán y el mejor estudiante sin esforzarme demasiado. Sin embargo algo había cambiado este verano, me costó muchísimo entender que cada quien elegía su propio camino y cuando me decidí a seguir el mío sin importar a donde me llevara, no estaba dispuesto a dar marcha atrás...
¿Cuánto esta bien entregarle al otro? ¿Con cuanto alguien se siente satisfecho?
Dinero, fama, éxito..
O tal vez... ¿nuestra propia vida?
Fiorella se perdió por darle todo a Patrick,
Patrick perdio a Fiorrella por quererlo todo..