Para algunas personas ser hija de reyes es lo mejor que les puede ocurrir, para otras, su mejor opción es casarse con un hijo de reyes que vendría a ser exactamente lo mismo. Para ella, ser hija de reyes era lo peor que podía ocurrirle y no tenía nada que ver con llevar o no una corona.
Siempre lo había sabido en su corazón, había nacido y crecido en la familia equivocada. Lo que quería era estar lejos: más allá de los ojos de su padre, más allá de los gritos de su madre, más allá de los comentarios de las personas del pueblo, más allá de los límites de la colonia. Quería ser parte de esas fantásticas historias que solían cantar sobre sus padres, sobre su abuelo, quería dejarle algo al mundo, quería dejar su esfuerzo, sus huellas, su sudor, sus lágrimas, su sangre de ser necesario y, para eso, debía ir más allá de Ithilien.
Parte 3 de Gélidos Latidos
Luego de un viaje planeado a Buffalo, Nueva York, 𝐊𝐚𝐫𝐢𝐧𝐚 𝐇𝐚𝐦𝐢𝐥𝐭𝐨𝐧 encantada por todo su entorno decide salir, conociendo así al doctor Alan McMichael; gracias a él se encontrará con distintas personas con distintas 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚𝐬, 𝐩𝐞𝐧𝐬𝐚𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬, 𝐚𝐦𝐛𝐢𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬, 𝐫𝐞𝐜𝐮𝐞𝐫𝐝𝐨𝐬, 𝐬𝐞𝐧𝐭𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐲 𝐬𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭𝐨𝐬 de los que ella ya está enterada gracias a una 𝐢𝐥𝐮𝐬𝐢𝐨́𝐧.
🔴 𝐇𝐈𝐒𝐓𝐎𝐑𝐈𝐀 2/3 🔴