El estaba solo hasta que apareció ella en su vida, ella amaba su soledad pero todo cambió cuando lo conoció a él.
El, un antisocial.
Ella, una chica rara.
El, tan frío como el hielo.
Ella, lo derretía con su fuego.
El era un misterio.
A ella le gustaba resolver enigmas.
El era oscuridad y ella luz.
El no creía en Dios, pero ella quería devolverle la fé.
Ambos estaban rotos y los unía la soledad, ¿acaso formarían un solo corazón con los pedazos de cada uno o quedaría un vacío profundo?
Dicen que hay dos tipos de amores, los polos opuestos y las almas gemelas.
¿Qué eran ellos?
Una mezcla de ambos a lo que denominaron caos de amor.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.