Todo empieza con una taza de café. Te imaginas el sabor del café con leche y un poco de cocoa, es algo de los dioses griegos. Pero tarde o temprano la alegría se desvanece. Una pequeña carta había recibido en la mañana. Y claro ese día era maravilloso, por la venta podía ver como las gotas de lluvia se deslizaban suavemente en la ventana. Sobre todo aquel sonido tan relajante que se escucha de las gotas golpeando contra el techo. Abrí aquella carta y leí con sumo cuidado. Aquellas letras me golpearon mentalmente, nunca creí tal cosa. No pude contener mis lágrimas al leer aquella carta. Desde ese momento supe que mi vida ya hacía un vacío tremendo y sobre todo, sabía que tal como empezó, así terminará. "Porque las letras tienen sentimientos y son oscuras"