El hecho de que escribir sea una forma de interpretar al mundo, no significa que no sirva para lagrimear con rabia y sin juicios alguna vez y cuando la vida es demasiado incomprensible. Cualquier sentimiento es trascendente y merece ser expresado con cada uno de nuestros latidos, con miedo a la experiencia pero viviendo aún, creando con todo lo que podamos, pues somos humanos hasta en la magia y tenemos el placer de equivocarnos. Lo mejor de esto, es que sí es posible equivocarse y aún así crear arte. 𝐎𝐣𝐨𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨 𝐯𝐞𝐧, 𝐜𝐨𝐫𝐚𝐳ó𝐧 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨 𝐬𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞. Imagen de portada original: Magritte, "The Blow To The Heart", (1952).