-¿Nunca te has parado a pensar qué pequeños somos? Hay muchísimas estrellas, muchísimas galaxias, planetas, satélites... Y nosotros siempre pensamos que somos el centro de todo -digo contemplando el cielo despejado.
-Para mí tú eres el centro de todo, África -suspiro mientras negaba con la cabeza. No me creía nada, no a estas alturas, no después de todo lo que ha pasado.
-No te creo.
-Estar contigo es como tirarme en caída libre. Adrenalina, miedo, vértigo. Pero a la vez siento seguridad, estabilidad y, por primera vez, siento que algo es real. Que esto es algo que quiero, algo que llevaba mucho tiempo queriendo pero que nunca me había parado a pensar.
Suspiré profundamente sintiendo las lágrimas en mis ojos y la garganta cerrándose.
-África, quédate. Por mí, por nosotros, por lo que podemos llegar a ser y a formar juntos. No tomes las decisiones tan en caliente, por favor -cada vez me pican más los ojos y el aire se hace más pesado. ¿Quedarme? Llevaba meses soñando con irme lejos, empezar conociendo gente nueva, experiencias nuevas. No puedo tener nada que me retenga aquí. Nadie que me haga quedarme o tener dudas.
-Yo...
**Mi Vida en el Mundo de Ranma**
Nunca pensé que mi vida tomaría un giro tan extraño, pero aquí estoy, renacida como la hermana gemela de Akane Tendo en el alocado mundo de *Ranma ½*. Mi vida anterior, llena de éxitos en el mundo de las inversiones, se desvaneció en un trágico accidente cuando tenía 20 años. Pero el destino tenía otros planes para mí.
Desperté en el cuerpo de una niña de 5 años, y a pesar del increíble cambio, mi familia no pareció sorprendida. Para ellos, era como si siempre hubiera estado aquí. Me he adaptado rápidamente a mi nueva vida, logrando obtener una beca para mis estudios. Aparte de eso, continúo haciendo inversiones, algo que me permite mantener un vínculo con mi vida anterior y aprovechar mi conocimiento en el mundo de los negocios.
Lo más sorprendente de todo es que, según parece, Ranma Saotome es mi prometido. A pesar de ser gemela de Akane, mi relación con Ranma es una mezcla de complicidad y desafíos. La promesa de un compromiso en medio de todos estos problemas añade una capa extra de complicación a mi vida. Mi habilidad para adaptarme a las situaciones y mi inteligencia me han ayudado a enfrentar este nuevo rol, pero también han traído sus propios conflictos.
Los desafíos en esta nueva vida no se limitan solo a los enfrentamientos físicos, sino también a los emocionales. Los problemas amorosos y las tensiones con Ranma complican aún más las cosas. A veces siento que estoy atrapada en un torbellino de emociones y expectativas, tratando de equilibrar mi vida académica, mis inversiones y la complicada relación con mi prometido.
Cada día es una nueva oportunidad para enfrentar desafíos y descubrir cómo encajo en este mundo que parece tan ajeno y familiar al mismo tiempo. Navegar por estos conflictos amorosos y mantener mi estabilidad emocional se ha convertido en una parte crucial de mi vida, y sigo buscando mi lugar en este caos.
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