Un amor a primera vista, tan prohibido, tan frustrado, tan a destiempo y permaneciendo inconcluso. La intriga se apoderó de dos seres humanos recién conociendo la belleza del poder de las miradas y el sabor amargo de la frustración.
Rebeca Ortega sabía que al amor se le limita con una barrera de acero, siempre se dijo a ella misma que por más que se llegase a querer a una persona, debía existir una pequeña pared entre la lógica y el corazón.
Rebeca tuvo callar su amor hasta aquél día en que la tragedia y las gotas de lluvia se deslizaban crueles y sigilosas. A través de cartas expresó a gritos desesperados su gran amor jamás antes sentido, pero invadida del miedo las conservó hasta que no pudo más.
Llena de impotencia y miedo de romper su lema "siempre una barrera", Rebeca eligió guardar con celo su gran pasión por aquel hombre que tanto amó, ya que ella sabía que en cuanto esa barrera se quebrara, su amor se volvería hipodérmico.
¿Cuánto esta bien entregarle al otro? ¿Con cuanto alguien se siente satisfecho?
Dinero, fama, éxito..
O tal vez... ¿nuestra propia vida?
Fiorella se perdió por darle todo a Patrick,
Patrick perdio a Fiorrella por quererlo todo..