Un error me bastó para saber lo que era perder todo; perdí mi felicidad, mi matrimonio, mi alegría, mi futuro, mi Justin. Perdí al amor de mi vida, la oportunidad de tener una familia y de ser feliz. Todo por un error que me perseguirá el resto de mi vida. Pero estaba decidida a remediarlo; aunque ya fuera tarde. Él ya tenia a alguien más. Alguien que lo hacía feliz, que lo amaba, que le brindaba la seguridad y fidelidad que yo no pude darle. Sus sonrisas, sus besos y sus caricias ya le pertenecían a alguien más; alguien que no era yo. Pero eso no me detenía a amarlo, a querer ser parte de su vida, a ser más que un bonito recuerdo. Yo estaba decidida a recuperarlo; incluso si eso significaba perder su amistad para siempre.