Estabas ahí con una sonrisa, como siempre te había imaginado, tenía miedo de acercarme, de decirte cuánto había soñado por que esto alguna vez pasara, pero si lo hacía podía causar algún daño no solo a ti, si no a todo lo que más quería y permanecí ahí oculta tras las sombras de vestuarios deseando poder quedarme el mayor tiempo posible aunque no fuera así.