Se supone que cada uno es dueño de su propio cuerpo. Cada uno decide qué hacer con él y con quién compartirlo. Pero ¿qué pasa cuando alguien más decide por ti lo que pasará con tu cuerpo? Algunos me comprendían, o al menos lo intentaban; otros me juzgaban al punto de decirme que fue mi culpa, que yo fui muy provocadora. Sé que no soy la unica que ha pasado por algo así, también sé que se gana mucho mas hablando de ello que guardándolo para nosotros mismos. Yo decido hablar. Soy Jasmine, y ésta es mi historia.