Todos estamos un poco rotos, un poco llenos, un poco vacíos. Todos somos mitad de algo que siempre esta lleno, o vacío. Todos somos silencio y ruido, luz y oscuridad. Todos somos ese algo inexplicable y a la vez sencillo, tan fácil. Es más allá, mucho más que tú. Es conocer a ese alguien especial. Es aguantar, seguir y avanzar, poco a poco. Conoces a alguien que, sin pensarlo, te da igual todo. Eso me pasó a mí con Raoul. Descubrí que todo lo bueno viene cuando menos lo esperas y que sólo en los pequeños detalles está la eternidad.