Tener un meta puede ser fácil, llegar hasta ella es totalmente lo contrario. Meta a largo o corto plazo, sean o no importantes para ti, lo son para mí. Me llamo celeste y esta es mi historia de cómo paso una promesa a una pasión, una pasión de ayudar a las personas. Involucrando a amigos, familia, conocidos y nuevas personas de mi vida o, mejor dicho, involucrándome yo en las suyas. Mi objetivo es cumplir sueños, ser un hombro dispuesto a escucharte y ayudarte; en otras palabras, esa es mi meta, mi meta prometida.