Kwon Ji Yong acababa de cumplir 5079 años y estaba casualmente de buen humor. Era el único súcubo en la tierra que festejaba su cumpleaños a lo grande en su propio antro. Choi SeungHyun era todo lo contrario. Serio, masculino de fuertes rasgos, prefería quedarse entrenando en su casa o escuchando algún vinilo. Su vida siempre fue así de ordenada, en palabras que diría Jiyong, SeungHyun era posiblemente el tipo más aburrido del mundo. Cruzarse esa noche no estaba en sus planes. Mucho menos terminarla así.