Llevo encerrada 578 días, y solo pienso en lo mismo una y otra vez, lo escribo y lo digo en voz alta, solo para escuchar algo y matar el tiempo. Lo único que realmente sé es que no estoy loca; o eso creo. Ellos me encerraron porque la gente vive para disfrutar, en cambio yo solo vivo para morir, pero dicen que los sueños siempre se cumplen, el problema es que siempre tengo pesadillas.
El dolor está en tu mente. El dolor está en tu mente. El dolor está en tu mente, Ivette.
Dijiste que no me dejarías aquí mucho tiempo, ¿recuerdas? Pero no has venido a buscarme tú, mamá, ha venido él, el de los ojos azules. Azul oscuridad.
Se bienvenido al paraíso del olvido, al rincón de las ilusiones rotas, de los recuerdos perdidos.
( la historia tiene un montón de errores ortográficos, es el primer vistazo a la pequeña historia que he tenido en mente)
Es una historia LGTB, así que si no es de tú agrado, podes retirarte :)