Existía un tiempo en el que los humanos vivían en paz, protegidos y seguros. Sintiendo que nada afectaría a sus vidas, pero luego los Vampiros llegaron. Fuertes, rápidos, agresivos y con el don de la sorpresa estuvieron a punto de eliminar la raza humana. Lograron que huyeran de sus casas, tomando control de gran parte de las tierras. Quizás fueron los gritos y llanto de personas, rogando que se les devolviera la vida de su esposa, esposo, hijas o hijos. Lo que logró que los dioses tomarán acción. Estos les enviaron un regalo, protectores. Cada década cinco niños o niñas nacerían en las fechas sagradas. Estos súper humanos demostraron ser igual de fuertes y rápidos que los Vampiros. Entrenados desde niños para proclamar el control nuevamente los Cazadores comenzaron a eliminar a los Vampiros uno a uno. Solo había un problema, ya eran demasiados. Década tras década, Cazadores protegían a los humanos hasta que el último aliento escapaba de sus pulmones. ¿Pero todos estarían dispuestos a solo esperar que su muerte llegara? Mi nombre es Amira, me vi forzada a crecer en un mundo lleno de sangre pues yo era una Cazadora. ¿Pero todos tenemos nuestro límite, no? Mis compañeros y yo nos cansamos de ver cómo cada década de Cazadores fallecía y los Vampiros solo continuaban llegando. Sin pensarlo dos veces nos aventuramos en una misión suicida por la cual podríamos aniquilar a todos los Vampiros de un solo golpe. Muchos más antes que nosotros lo habían intentando y fracasado. Pero la posibilidad de comprar nuestra libertad nos forzó a ignorar el resto. Nos aventuramos ciegamente hacia lo desconocido, una larga misión llena de amor, perdida y dolor, sobre todo dolor. ¿Pero que si lo lográbamos? ¿Conseguiríamos nuestra libertad de un deber que nos fue forzado desde nacimiento? ¿O nos veríamos forzados a vivir un cruel destino?
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