Desde que somos pequeñas, unas niñas prácticamente que están empezando a crecer, nos llenan de ilusiones, sueños, deseos es así que nos cuentan las historias de cuantas princesas hubo en el mundo," La Cenicienta", "Blancanieves", "Rapuncel" y demás. Y es ahí donde aparece el príncipe en todas ellas, ese ser humano perfecto, un héroe que enamora a la princesa y viven felices para siempre.
Pero no es tan así en este caso la ficción no supera la realidad y mi príncipe ni señales de vida dio que yo sepa. Es así que con 18 años sigo esperando que ese ser humano perfecto toque mi puerta y así vivir "mi felices para siempre".
En fin todo tiene un comienzo y a veces es el menos inesperado, cuando nos damos cuenta de que el destino nos sorprende dejándonos boquiabiertos.