-Me han lastimado más de dos veces, no estoy dispuesta a ser lastimada una ves más, ya no más.
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-Ella todo lo que necesita es amor, esta dolida, yo la quiero, le daré lo que merece y lo que tanta falta le hace, la querré, la protegeré, la amaré, no la dejaré ir y jamás la lastimare.
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-Fría con los que la intentan conquistar.
-Sólo quiere ver felices a los demás, aunque ella no haga nada por su felicidad.
-Ayuda a los pocos amigos que tiene con sus problemas, aunque los de ella sean peores.
¡Pero! Oh si, siempre hay un pero. Londres le regalara nuevas sorpresas, nueva vida, nuevos problemas, y lo que ella menos decea, un amor.
Todo el mundo habla de lo bonito que es el amor, de la magia que sientes al encontrar a esa alma predestinada en tu vida. De lo bonito que será cuando esa persona cruce esa puerta.
Suena bien, ¿verdad? Pero...
¿que hay de aquellos amores que no deberían ser pero lo son?
Aquellas historias de "amor" en la que el que se enamora siempre acaba perdiendo, aunque sea el único que no esté jugando. Pero.. espera, que aún hay más.
-Estás lastimándome. -susurré entre lágrimas.
_¡LASTIMÁNDOTE!, i¿Y QUE HICISTE TÚ CONMIGO?!. -preguntó incrédulo. - iME LASTIMASTE, ME ABRÍ A TÍ Y ESO TE IMPORTÓ UNA MIERDA!
También se me olvidó mencionar a aquellos amores que ni siquiera empiezan.
Esos que duelen hasta querer acabar con todo.
-Elika...
-No me sueltes, Ada...