Siempre, desde donde alcanza mi memoria, no he sabido. No he sabido que quería o dejaba de querer, no he sabido que debía hacer, que debía pensar o simplemente qué debía decir... Siempre he estado en un mar de dudas, supongo que como todos... Dudas omnipresentes como "Quizás hoy viva o quizás hoy muera" Y no, no son pensamientos tan extremos como parecen, son simples opuestos, únicos caminos posibles que se te ofertan en apenas unos segundos... los segundos en los que te das cuenta de que hay cosas más importantes que auto compadecerse eternamente de uno mismo, los segundo en los que casi rozas con las puntas de los dedos aquello que te es tan desconocido, aquello que casi temías de etéreo, aquello que llaman comúnmente libertad. Fue en esos segundos, en aquellos que apenas fueron cuatro, cuando por primera vez dejé de dudar...
Un omega embarazado que fue abandonado por su alfa y cuando descubre que este va a casarse, planea arruinar la boda para vengarse pero a su vez para que regrese con el porque no tiene a nadie. Sin embargo, en el transcurso del camino conoce a alguien que le ofrece una propuesta y que podría cambiar su destino por completo.