Cassandra Lewis esperaba emocionada los detalles de las becas que le permetirían viajar a Estados Unidos a realizar un trabajo de fotografía. Al igual que todos los estudiantes destacados, ella se había ofrecido voluntaria para ir acompañada únicamente de su pareja de trabajo. Lo que no se esperaba era que su compañero fuera a ser Harry Styles, el chico lleno de tatuajes del que tanto se diferenciaba. Ahora tiene todo el verano por delante para convivir con él e intentar hacerle un fotógrafo decente.