Sophie Brooks es una adolescente inteligente, simpática y muy curiosa, demasiado. Tanto, que hace un par de años empieza a resolver "casos" con su padre, hasta que un día este muere debido a una enfermedad incurable. Ella se queda sola viviendo con su madre, que se ha vuelto loca con la pérdida de su marido y no permite que Sophie haga nada que le recuerde a él. Pero la joven quiere vivir su vida sin que nadie le diga lo que tiene que hacer y sigue siendo la "detective" del pueblo. Hasta que todo cambia. Se ve obligada a mudarse a Londres. Cambia de instituto. Conoce a gente nueva que esconde más cosas de lo que parece. Ella desea seguir con su vida de antes, pero con el tiempo, en varias ocasiones ocurrirán cosas que le abrirán los ojos y comprenderá que lo que está haciendo es más peligroso de lo que piensa. ¿Lo más importante? Estar siempre alerta.