Ser testigo de un asesinato deja a Anastasia a la deriva y con miedo a que termine de la misma manera que esa persona. No puede volver a su mundo y cuando la policía llega al lugar, pierde completamente su hogar.
Como una forma de ayudarla, el gobierno la ingresa al servicio de protección al testigo. Ella no muy decidida acepta la idea.
Cristian Grey, un policía que lleva bien puesta su camiseta por la estación hasta que comete un error. Por ayudar a un amigo, lo bajan de nivel, como consecuencia, le imponen cuidar de una mujer. Un testigo protegido.
No muy convencido, acepta casi obligado. El nunca había llevado ninguna mujer a su departamento, salvo para una noche de sexo casual. Estaba acostumbrado a la tranquilidad de su departamento junto a Thor, su compañero de trabajo, un pastor alemán de dos años.
El perro es igual que el dueño. Frío, distante, mal genio y no soporta la mujeres. Esa, es una de las razones porque no quiere a la mujer en el departamento.
Una noche, solo una noche basta para que las cosas cambien. Y dos seres, más un perro, comienzan a darse cuenta que la soledad no es buena para nadie.
Eliza Rinaldi no puede olvidar su trágico pasado, todo el mundo estuvo en contra de su romance con un chico que parecía un verdadero ángel.
Eduardo, administrador, socio y mano derecha de Hermes Rinaldi, hombre frío, cruel y cínico,,Y AMIGO, tendrá que hacer de niñera con la nieta de su socio... y odia a la mocosa con todas sus fuerzas.
Eliza conocerá en persona al mismo demonio a través de Eduardo... sus sentimientos se debatirán entre amar a un ángel muerto o a un demonio vivo.
muchos secretos alrededor de la hacienda rinaldi comenzaran a ser develados.
Nada es lo que parece...
Nada de lo que ves es la realidad...
El ángel tiene cuernos y cola.
El demonio tiene alas y aureola.