Si a Julieta Montero le hubieran dicho que se enamoraría de un arrogante y mujeriego como Nicolás Sanders, se hubiera reído en su cara. ¿Cómo amarlo? Si ella lo odiaba. Pero la vida da tantas vueltas que nunca se sabe lo que pueda pasar, y efectivamente Julieta estaba totalmente indefensa ante los encantos del rubio. Un simple trabajo los unió marcando eventos inolvidables en su vida. Nicolás por su parte encontró la excusa perfecta para desquitarse de la insoportable y sabelotodo de Julieta que lo humillo, y también vengarse de una deuda del pasado. Solo que en ese caso Julieta era un efecto colateral pero invaluable para lograr. Nicolás siempre obstinado a creer en sentimientos se ve arrinconado por el amor que surgió en el por esa terca pero hermosa pelirroja. Ambos se verán envueltos en sentimientos que nunca pensaron sentir, pero que gobernarán sus corazones. Y para ambos todo se reduce a esto: Todo ocurre por algo. Y ellos sentirán lo que nunca pensaron sentir: Amor.